El detective de la policía de Chicago Sam Porter investiga el caso de un hombre atropellado, pues los indicios en la escena del crimen apuntan a que se trata de El Cuarto Mono, un asesino en serie que ha estado aterrorizando la ciudad. Su modus operandi consistía en enviar tres cajas blancas a los padres de las víctimas que secuestra y mata: una primera con una oreja, una segunda con los dos ojos, y otra con la lengua; y finalmente dejar abandonado el cuerpo sin vida en algún lugar.
El hombre atropellado llevaba una de esas cajas blancas. Se inicia así una frenética carrera contrarreloj para averiguar dónde se encuentra encerrada la próxima víctima.
El hombre atropellado llevaba una de esas cajas blancas. Se inicia así una frenética carrera contrarreloj para averiguar dónde se encuentra encerrada la próxima víctima.
Durante más de cinco años, el asesino ha aterrorizado a los residentes de Chicago, torturando a sus víctimas antes de que los mate. Cuando él mismo muere en un accidente de autobús, la policía se horroriza al saber que, en el momento de su muerte, el asesino se dirigía a entregar un mensaje final, lo que demostraba que había tomado una última víctima, que aún podría estar viva.
Cuando el detective líder, Sam Porter, quien lucha contra sus propios demonios, descubre un diario sobre el cuerpo del asesino, instintivamente sabe que, aunque está muerto, no ha terminado. Con solo un puñado de pistas, el asesino de cuatro monos burla a la policía desde el más allá. El detective Porter pronto se encuentra atrapado en la mente de un psicópata, intentando frenéticamente descifrar las divagaciones del asesino con la esperanza de encontrar a su última víctima antes de que sea demasiado tarde.
El asesino vive de acuerdo con las enigmáticas enseñanzas de los monos sabios de Confucio: no vean el mal, no escuchen el mal, no hablen el mal y no hagan el mal.
Me ha encantado, me ha parecido un thriller totalmente retorcido y cautivador que ofrece una mirada espinosa dentro de la mente depravada de un asesino en serie.
La trama del Cuarto Mono alterna sin esfuerzo entre la investigación del detective Sam Porter y las entradas del diario del asesino en serie. Porter lo ha estado persiguiendo durante muchos años y espera desesperadamente superar al astuto asesino antes de que se acabe el tiempo. Las entradas del diario del asesino son aterradoras y fascinantes, y describen cómo y por qué se convirtió en un monstruo.
En general, el autor, ha creado una atmósfera espeluznante y hacen que sea una lectura muy interesante y entretenida, además hay muchos giros en la trama por lo que se lee muy rápido y engancha un montón. Eso sí, os advierto que es bastante violento, pero sin duda recomendable.
En el segundo libro, volvemos a encontrarnos con el detective Porter, que va a profundizar mas en el pasado del asesino y quedas atrapado en el mundo del el cuarto mono.
En esta nueva entrega, el Detective Porter y el equipo fueron sacados de la búsqueda de Anson Bishop, el asesino de los cuatro monos, por los federales. Cuando se encuentra el cuerpo de una joven debajo de las aguas congeladas de la laguna de Jackson Park, se la identifica rápidamente como Ella Reynolds.
Mientras los detectives de Chicago Metro intentan entender el caso que se está desarrollando rápidamente, Porter continúa en secreto su búsqueda de el asesino del cuarto mono, sabiendo que la mejor manera de encontrar a Bishop es localizar a su madre. Cuando el capitán se entera de las actividades de Porter, le suspende, dejando a sus compañeros Clair y Nash para continuar la búsqueda del nuevo asesino solo.
La forma en que la historia lleva a los lectores a la mente de todos los involucrados en el caso, desde los nuevos investigadores, el equipo de la primera novela, hasta el asesino mismo y las nuevas víctimas. Es una historia poderosa y explosiva desde la primera página, que muestra la forma en que todos se vieron afectados por las sorprendentes acciones de la primera novela y cómo, justo cuando pensabas que conocías los límites de este asesino, lleva las cosas mucho más lejos.
¿Has leído el libro? ¿Qué te ha parecido?
¡Besos y feliz día!
